Gracias a la Terapia EMDR, se pueden desbloquear las creencias negativas y emociones, así como mejorar los síntomas ligados a experiencias traumáticas ocurridas en la infancia y posteriores a ésta. Es una Terapia de primera opción para los síntomas TEP-T, así como para trastornos de ansiedad, depresión, adicción, procesos de duelo, etc. Es una novedosa herramienta terapéutica que sigue un protocolo específico, y que consigue recuperar a la persona en poco tiempo, a diferencia de otras terapias. Se busca en todo momento el origen de los síntomas y se trabaja sobre éstos, desensibilizando y procesando las experiencias traumáticas a través de estimulación bilateral (movimientos oculares, tapping, etc.), hasta que esa experiencia deja de ser perturbadora para la persona. Se le denomina Terapia de las tres vertientes: pasado, presente y futuro, ya que se trabaja sobre aspectos actuales y futuros que perturban a la persona.
Gracias a Mindfulness, se reduce la sintomatología ansiosa y depresiva, por eso para mí es una herramienta muy poderosa. Su práctica aumenta la capacidad de atención, concentración y memoria, así como aumenta la sensación de serenidad y bienestar. Su práctica terapeútica se ve reflejada en la Terapia de Aceptación y Compromiso.
La Terapia Cognitivo-Conductual, permite trabajar sobre los pensamientos que están en la base de los trastornos, y sobre las conductas que están interfiriendo en el bienestar de la persona, sustituyéndolos por otros pensamientos y conductas más apropiados.
Aunando estas Terapias, con los recursos y herramientas propias de cada una, se consigue mejores resultados terapéuticos y es más fácil abordar todos los síntomas. Gracias a las herramientas propias de la Logoterapia, se consigue enfocar el presente y futuro de una persona, dotándolo de un sentido vital, único e individual.
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